La Endodoncia es un tratamiento que consiste en la extracción de la pulpa del diente (llamado popularmente como “el nervio”, el cual es un pequeño tejido que se encuentra en el interior de las raíces y coronas de cada uno de nuestros dientes.

Después de retirar la pulpa dental, el espacio que queda se limpia y se rellena con un material especial para que no permita la entrada de irritantes o bacterias nuevamente.

 

Las causas más comunes por la cual se afecta la pulpa son:

 

* Caries profunda.

* Dientes fracturados.

* Golpes.

* Tratamientos dentales continuos.

 

Los síntomas que pueden aparecer son dolor prolongado espontáneo o provocado, cambio de coloración, sensibilidad con alimentos o bebidas frias o calientes, inflamación de los tejidos blandos o pudiera no presentar ninguno y solo descubrirse clínica o radiográficamente.

Si la Endodoncia no es realizada oportunamente, el diente se infecta creando un depósito de pus que puede avanzar hacia el hueso y tejidos blandos, causando un absceso el cual provoca dolor e inflamación.

Si la endodoncia es realizada correcta y oportunamente los dientes afectados pueden permanecer funcionalmente en la boca, ya que de no ser así se hubieran perdido.

Es muy importante colocar una restauración definitiva después de concluir el tratamiento de conductos para evitar que la obturación interna se contamine con saliva, alimento o que se fracture la corona del diente con la masticación.